Muchas personas que tienen plantas no tienen tanta suerte a la hora de hacer que estas se vean bien. Esto, debido a que no lucen felices; y esto se puede observar directamente cuando el color suele tornarse apagado. Incluso, las hojas pierden su fuerza o hasta adquieren un tono amarillo, sea que estén en la el jardín o en macetas de concreto. Sin embargo, a continuación, queremos mostrarte el secreto para tener plantas sanas que hagan lucir tu patio.

¿Por qué no logro que mis plantas se vean sanas?

En algunos casos, puede que hagas todo lo necesario para que las plantas se vean bien. Es posible que se necesite tener un poco más de tacto, haga falta estar pendientes del agua, las fechas del calendario o no estemos evitando que las raíces se pudran. Ahora bien, es esencial que conozcas los trucos que pueden darle vitalidad a tus plantas.

1. Quita los elementos que se encuentren alrededor

Es esencial que quites todas las cosas que muestren un aspecto apagado y falto de vida. Por ejemplo, elimina todo tipo de hojas y ramas secas que se encuentren en tu patio, que no solo dan un aspecto triste, sino que le restan fortaleza a la planta y ralentizan su crecimiento. También tendrás que tener en cuenta que a la hora de cortar los tallos o las ramas, debe hacerse sin dañar los nuevos brotes.  

Incluso, no dejes los restos de poda en la tierra que está sobre las raíces, pues esto puede producir una capa que hace que el riego pierda su fuerza. Siempre confirma que las raíces se encuentran en buenas condiciones y que cuentan con el espacio necesario para seguir creciendo.

2. Oxigena la tierra para tener plantas sanas

Es importante que esta labor se haga, tanto en los moldes para las macetas, como en los parterres y en los jardines. Esto se debe llevar a cabo antes de que empiecen los calores del verano. Con una pequeña pala o rastrillo, bastará para empezar a remover y hacer que se vea renovada.

Gracias a este paso, puedes hacer que la tierra quede mucho más suelta. Esto, a su vez, contribuye a que esté más preparada para el riego y para la absorción correcta del abono, que es de suma importancia en la época veraniega.

3. El agua y la luz juegan un papel clave

El lugar donde hayas colocado cada planta con su molde de maceta y la cantidad de agua que le suministres serán algo clave para la salud de esta. Por ejemplo, debes considerar las necesidades de sol y la claridad que se necesita para cada planta. Casi siempre, las plantas que producen flores son las que resisten mejor los rayos solares. Sin embargo, las hojas verdes tienden a ser mejores en los entornos donde el sol y la sombra trabajan similarmente.

Un riego correcto, cuando no es tan excesivo ni tan escaso, puede traer muchos beneficios a la salud de la planta. Recuerda que todas tienen sus propias necesidades, pero con el aumento de las temperaturas, el riego debe aumentarse.

En caso de que dudes de que tu planta necesite agua, puedes probar introduciendo el dedo dentro de la tierra, en la maceta de concreto y comprobar el grado de humedad que tiene en ese momento. Si ves que la tierra está dura y seca, puedes sumergir la maceta completa en el agua durante algunos segundos para que la planta disfrute de un baño reparador.

4. El espacio de las plantas

Cada ejemplar necesita su propio espacio. Si deseas que tus plantas crezcan hermosas y puedan brillar en gran manera, ayúdalas a que se desarrollen. Para ello, puedes vigilar que las ramas no encuentren ningún obstáculo a medida que la planta de la maceta va creciendo.

Una pared muy cerca de la planta, la cornisa de una ventana o algo que impida que llegue la luz suficiente puede impedir el crecimiento. En estos casos, además de corregir cualquier desviación, puedes atar las ramas o tallos a cierta caña que sirva de guía.

5. Vitaminas y protección

Durante la primavera, siempre se recomienda añadir un extra de vitaminas. Es esencial abonar durante esta época, tanto a las plantas sembradas en el jardín directamente, como a las que están en macetas de hormigón. Siempre escoge el abono que sea más apropiado en cada caso y aplica las instrucciones dadas por el fabricante. También podemos aplicar ciertos complementos caseros que son de gran utilidad. Un ejemplo de ello son los posos de café o cuando sobran cenizas de la chimenea en invierno.

Otro aspecto que hay que tomar en consideración es la aparición de plagas, las cuales pueden atacar tus plantas, como hormigas, arañas y pulgones. Puedes usar productos preventivos o que sean capaces de eliminarlas sin dañar la planta.

Como vemos, estos secretos pueden ayudarte a tener plantas sanas. Deseamos que puedan serte de gran ayuda y puedas sacar el máximo provecho a cada uno de estos tips. De esta manera, podrás comprobar cómo las hojas, tallos y flores de lo que siembres siempre lucirán radiantes a la vista.

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